4 de septiembre de 2010

Campamento de invierno

Los participantes del campamento de invierno, junto con educadores de la Fundación PRONATS

Cada año durante las vacaciones escolares de invierno viene un evento que esperan ansiosamente los niños, niñas y adolescentes trabajadores (NATs) con quienes trabajamos: el campamento de invierno. Este 29 de junio los educadores de la Fundación PRONATS junto con 30 NATs nos subimos a un microbús con rumbo al centro de retiros de la Iglesia Betesda en la periferia de la ciudad de Santa Cruz. Los niños y adolescentes llegaron ansiosos por conocer el lugar y poder descansar, divertirse y aprender algo nuevo. Después de tres días de talleres,
manualidades, devocionales, tiempos de recreación y comidas compartidas, volvieron a sus casas contentos y con una perspectiva diferente en cuanto a algunos de los desafíos que enfrentan en su diario vivir.

Los NATs de 8 a 11 años participan en el taller que se dio durante el campamento

Por las mañanas se desarrollaron talleres que trataban los temas de autoestima y sexualidad, facilitados por educadores del CIES, una organización local que capacita en temas de salud sexual. Los NATs aprendieron sobre la importancia del cuidado y respeto a su cuerpo, además de reconocer el valor que ellos tienen como personas. Este tema es muy importante para los NATs, ya que en el transcurso de su vida pasan mucho tiempo alejados de la vigilancia y el cuidado de sus padres; por lo tanto, son una población que tiene un alto grado de riesgo para sufrir abuso sexual o involucrarse prematuramente en las relaciones sexuales (con su riesgo de embarazos no deseados o la exposición a enfermedades venéreas). Los facilitadores realizaron los talleres de forma participativa y creativa, ayudando a los NATs a comprender mejor el tema. (Los participantes se dividieron en dos grupos, de 8 a 11 años y de 12 a 17 años, para poder hablar de los temas a un nivel de acuerdo a su edad).

NATs disfrutan de un rico almuerzo y un buen tiempo de compañerismo

Todos los días después de desayunar los educadores compartimos con los NATs un tiempo de alabanza y un devocional que estaban relacionados con el tema del taller. Compartimos otro devocional cada tarde. Cada NAT contaba con un folder con hojas de trabajo para el devocional y las canciones. Este tiempo de compartir la Palabra de Dios durante los días del campamento ha servido para que los NATs tengan un mayor acercamiento a Dios y se involucren más con los valores y principios cristianos. Fue reconfortante ver a los NATs dando gracias para todo el grupo por los alimentos en cada comida. Esto fue algo nuevo que hicimos este año, ya que en anteriores campamentos solo los educadores daban gracias por los alimentos.

NATs disfrutan de un juego durante el tiempo de recreación--¡una de sus actividades favoritas!

Por las tardes todos los NATs se divirtieron participando con entusiasmo en diferentes actividades recreativas, compitiendo en diferentes juegos. También por las tardes los NATs tuvieron la oportunidad de demostrar sus habilidades manuales de forma muy creativa aprendiendo a hacer dos manualidades: pintando mochilas y realizando manillas de hilo. Esta parte del campamento es esperado por los NATs, ya que ansían poder expresar su creatividad y también porque saben que con lo aprendido allí podrán utilizar sus tiempos libres para continuar realizando estas manualidades.

Una niña trabajadora hace una manilla de hilos de colores

Por las noches los NATs se divirtieron cantando, bailando y participando en juegos sociales. Además de esto, los NATs se organizaron en grupos y prepararon sus obras de teatro, las cuales presentaron al día siguiente. Cada obra de teatro original hacía una reflexión en las temáticas trabajadas en los talleres y los devocionales, mostrando actitudes positivas que se deben tomar para ser responsables del cuidado del cuerpo. Los NATs fueron muy creativos para actuar y formar las obras que presentaron.

NATs pintan mochilas; esta fue una de las manualidades que aprendieron durante el campamento

Cuando les pedimos que nos den su evaluación del campamento, muchos de los NATs comentaron que les gustó la forma en que algunos de los facilitadores explicaban el tema de exposición. Otros comentaron que antes del campamento habían tenido muy poco conocimiento sobre un concepto saludable de sexualidad y autoestima pero que ahora que conocen más sobre el tema, pueden tomar mejores decisiones.

Para nosotros como educadores, el campamento de invierno fue un tiempo muy especial que nos permitió acercarnos más a los NATs y conocer mejor su forma de pensar, actuar y conocer mejor su relación familiar. Para muchos de los NATs, fue una oportunidad para salir del centro de la ciudad con su bulla y contaminación, de descansar de su trabajo diario y, más importante aún, de adquirir conocimientos que les ayuden a vivir de forma más sana e íntegra de ahora en adelante. Damos gracias a los amigos de PRONATS que han orado por nosotros o dado un aporte económico--su apoyo ha ayudado a que esta hermosa experiencia se hiciera realidad.